Al hilo de la ultima detención producida anoche en Euskal Herria, y tras haber contrastado ciertos artículos en diversos medios de comunicación y haber escuchado a algún que otro tertuliano me he decidido a escribir algo al respecto, de esta forma retomo la actividad del Blog, que lleva unos meses abandonada y que espero que ahora si, pueda darle cierta continuidad.
En primer lugar no me queda otra que alarmarme e indignarme como persona que cree en la palabra y en las dinámicas políticas como vía de resolución de conflictos, ya sean armados, históricos, o de la índole que sean. Por otro lado, estas recetas del pasado han llegado al punto de no sorprenderme, es en estos días cuando resuena en mi cabeza frases de Negu Gorriak del tipo "Jada ez dago ezer jarritzen" (Ya no me alucina nada). Y esto es debido a que siempre que hay una relativa calma, siempre que se atisba que se esta trabajando en pro de algo, intentar aportar algo nuevo a un escenario como el euskaldun, tan lleno de recetas del pasado y de frustraciones históricas,-pues en muchos años pocos motivos de alegría se han podido sentir en el terreno político- siempre estas son abortadas, sentencias judiciales, bombas (mediáticas y reales), cambio de discursos (aun recuerdo a Rubalcaba en verano hablando de que condenar la violencia no era suficiente), etc.
Así pues, anoche hubo un nuevo motivo para la frustración, una nueva receta del pasado, una falta de imaginación y sobre todo falta de voluntad para cambiar el clima en el que nos encontramos, para cambiar los problemas del presente. Creo que los que leáis esto ya sabéis cuales son los problemas del presente y por lo tanto no es necesario profundizar en ello. Simplemente una mención a ellos puede darnos una idea del escenario en el que nos hayamos: Crisis mundial sistémica, marginación de una parte del electorado a si como de cierta ideología, violencia enquistada ya sea de tipo "terrorista", ya sea mediática o policial, represión con creces de todo tipo de movimiento social extramuros en Euskal Herria y la asimilación de todos ellos al famoso "entorno". A esto podemos sumar ciertos problemas como la perdida de identidad y de razones ideológicas en los discursos de hoy en día de los partidos del ámbito político euskaldun, que no hacen si no mas que confundir mas a un pueblo ya de por si confuso.
Ante esto, ¿cual es el futuro? ¿Pasa por el cambio preconizado por el actual presidente del gobierno vasco? ¿Es solución la criminalización de la exhibición de imágenes? ¿Sirven de algo las bombas mediáticas, los jueces estrellas, las declaraciones bajo luz y taquígrafos de la gran predisposición a acabar con el "problema", pero la falta de iniciativa política real para llevarlo a cabo? En definitiva, ¿sirven las recetas del pasado, para los problemas del presente y para las soluciones del futuro? A mi humilde parecer, no.Y esto se debe a que si no repensamos nuestros fallos del pasado, si no hacemos un análisis real de la realidad que nos ha tocado vivir, si no somos lo suficientemente hábiles como para ver que fortalezas, que debilidades, que oportunidades nos planteara el futuro, podemos ir cerrando el chiringuito, y dejarle a las multinacionales que nos absorvan en una nueva oleada de nihilismo puro. Pero como sinceramente me cuesta muchísimo creer que la población de Euskal Herria, tanto como la de otras partes del mundo, pero el tema versa sobre esto- o al menos una parte mayoritaria de ella se resigne a pasar el resto de sus vidas viviendo bajo recetas del pasado y padeciendo todo tipo de nuevos problemas sin ver la luz al final de ninguno de los bosques que pueblan nuestra geografía.
Aprovecho para abrir con esto la veda para la reflexión del lector y ya que estamos en un medio digital, poder interactuar.
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